Manolo Guevara Díaz
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“Todos los días experimentamos la fragilidad y la debilidad, y por eso todos nosotros, familias y pastores, necesitamos una humildad renovada que plasme el deseo de formarnos, de educarnos y de ser educados, de ayudar y de ser ayudados, de acompañar, discernir e integrar a todos los hombres de buena voluntad”, escribió Francisco.
Por ello, expresó su deseo de “una Iglesia misericordiosa que anuncie el corazón de la revelación de Dios Amor que es la Misericordia”. Como preparación del encuentro de Dublín, bajo el tema “El Evangelio de la familia- alegría para mundo”, el papa propuso que las familias puedan profundizar en la reflexión de los contenidos de la Exhortación Apostólica postsinodal “Amoris Laetitia”.
Francisco aseguró que “la familia sigue siendo una buena noticia para el mundo de hoy”. Indicó a las familias que “se pregunten a menudo si viven partiendo del amor, por el amor y en el amor.” “Esto significa concretamente darse, perdonarse, no perder la paciencia, anticiparse al otro, respetarse. ¡Cómo mejoraría la vida familiar si cada día se vivieran las tres sencillas palabras “permiso”, “gracias”, “lo siento”!”, agregó.
También agradeció a “la archidiócesis de Dublín y a toda la querida nación irlandesa, por la generosa hospitalidad y el esfuerzo que implica organizar un evento de esta magnitud”.