El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ha cumplido la promesa que hizo el pasado 15 de septiembre de 2022 y se ha inscrito como precandidato a la reelección en las elecciones del 3 de febrero del próximo año, a través del partido que fundó, Nuevas Ideas. Ello a pesar de que siete artículos de la Constitución de su país lo prohíben desde 1841.
En caso de ganar, sería su segundo mandato seguido, si bien lo haría por un partido político diferente, dado que en los comicios de 2019, se presentó con la formación Gran Alianza para la Unidad Nacional (GANA), del cual debería desafiliarse para poder ser inscrito en Nuevas Ideas.
Así lo ha informado Nuevas Ideas en sus redes sociales, donde ha comunicado al pueblo salvadoreño que el presidente Bukele y el vicepresidente, Félix Ulloa, «ya están inscritos como precandidatos para presidente y vicepresidente de la República de El Salvador, en el partido más grande de la historia» de este país centroamericano. El propio mandatario compartió el tuit en su cuenta personal en la que habitualmente da órdenes a sus ministros.
Concretamente, el artículo 154 de la Carta Magna fija la duración del periodo presidencial en cinco años «sin que la persona que haya ejercido la Presidencia pueda continuar en sus funciones «ni un día más». Mientras, el artículo 248 prohíbe la reforma constitucional que se refiere a la alternabilidad en el ejercicio de la Presidencia de la República. Asimismo, el artículo 75 sanciona con la pérdida de los derechos de ciudadano a quienes promuevan la reelección presidencial continua.
Todos estos artículos fueron citados en su día por la anterior Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia cuando en 2014 prohibió a un candidato presentarse a la reelección en los diez años posteriores a abandonar el puesto de presidente.
No obstante, la Asamblea Legislativa, controlada por el partido Nuevas Ideas, decidió el pasado 1 de mayo de 2021 destituir al entonces presidente de la Sala de lo Constitucional y de la CSJ, José Armando Pineda, así como a cuatro magistrados titulares y cinco suplentes. De este modo, nombró una nueva Sala con magistrados afines que emitió el 3 de septiembre de 2021 un histórico fallo en el que dio luz verde para que «una persona que ejerza la Presidencia de la República y no haya sido presidente en el periodo inmediato anterior participe en la contienda electoral por una segunda ocasión».
Esta resolución fue dirigida al Tribunal Superior Electoral para que, en caso de que Bukele se vuelva a presentar a la Presidencia de El Salvador, tal como ha ocurrido, no se le ponga ninguna traba legal teniendo en cuenta que, hasta ahora, solo podía ejercer este cargo por un único periodo de cinco años. De momento, cuatro de cinco magistrados del Tribunal Supremo Electoral, incluyendo a la presidenta, avalan la interpretación que hizo la nueva Sala de lo Constitucional con la premisa de que sus sentencias son de obligado cumplimiento.
INTERPRETACIÓN ‘SUI GENERIS’ DE LA CONSTITUCIÓN
Por tanto, en su día la Sala de lo Constitucional dejó claro que todas las disposiciones indican que la Constitución prohíbe la reelección presidencial inmediata. Sin embargo, los nuevos magistrados elegidos por la Asamblea Legislativa controlada por el partido impulsado por Bukele, critica que sus antecesores no trataron de encontrar una interpretación «conforme con la realidad» al haber considerado que al evitar la ocupación reiterada del poder por una misma persona se contribuye a la pureza o regularidad de los procesos electorales.
Para la nueva Sala, esta interpretación «deja de lado que el permitir la postulación del presidente para competir de nuevo por la Presidencia, no implica de facto que éste llegue a ser electo, implica únicamente que el pueblo tendrá entre su gama de opciones a la persona que en ese momento ejerce la presidencia y es el pueblo quien decide si deposita nuevamente la confianza en él o si se decanta por una opción distinta».
Por tanto, critica que, en la citada resolución de 2014 emitida por la anterior Sala, «se imposibilita al electorado a reelegir la opción política que más le convenga», de modo que censura que hizo una «interpretación errónea» de la Constitución al prohibir a un presidente presentarse a la reelección, teniendo en cuenta que la prohibición que establece el texto constitucional «iba dirigida a candidatos y no al presidente».
Por el contrario, los anteriores magistrados que sufrieron la purga en la Asamblea Legislativa defendían que el artículo 152 de la Carta Magna prohibía la reelección de quien «haya desempeñado la Presidencia de la República por más de seis meses consecutivos o no, durante el periodo inmediato anterior o dentro de los últimos seis meses anteriores al inicio del periodo presidencial».
En este aspecto, la nueva Sala hace una interpretación ‘sui generis’ de la Constitución de 1962 para dar vía libre a Bukele al asegurar que el periodo inmediato anterior al que se refiere la Constitución es «precisamente el periodo previo al que se es candidato», esto es, si el actual mandatario hubiese ejercido la Presidencia en el periodo 2014-2019, no podría buscar la reelección para 2024-2029″.
Por este motivo, estima que el artículo 152 de la Constitución de El Salvador establece que la prohibición de presentarse a la reelección «va dirigida a los candidatos, de manera que permite por una sola vez más, la reelección presidencial».
Ello permitirá a Bukele presentarse a la reelección, para lo cual podría presentar su dimisión seis meses antes de los comicios siendo sustituido por el actual vicepresidente, Félix Ulloa, quien ha aclarado que la reelección «está prohibida en la Constitución», si bien lo que buscará Bukele es un «segundo mandato». Todo se trata de «una confusión», asegura Ulloa, sin explicar por qué no se considera una reelección.
PRIMER PRESIDENTE EN SER REELEGIDO
En caso de que gane los comicios, sería la primera vez en la historia democrática de El Salvador que un presidente afronta dos periodos consecutivos. En su día también lo intentó el expresidente Elías Antonio Saca (2004-2009), quien quiso presentarse de nuevo en las elecciones para el periodo 2014-2019, si bien la Sala de lo Constitucional se lo prohibió bajo el argumento de que un expresidente debía esperar, al menos, diez años para aspirar de nuevo al poder.
Los diputados de Nuevas Ideas ya aclamaron con gritos de ‘reelección, reelección’ el discurso que Bukele ofreció el pasado 1 de junio en la Asamblea Legislativa con motivo del cuarto aniversario de su mandato en el que propuso reducir de 84 a 60 la cifra de diputados y de 262 a 44 las alcaldías, de cara a las próximas elecciones, lo que permitirá a su partido lograr un mayor control. Una semana después, la Asamblea aprobó por una amplia mayoría, con 66 de 84 votos, la disminución del número de diputados, al igual que sucedió siete días después con la reducción de la cifra de municipios.
No todo el mundo comparte la decisión de Bukele de optar a un segundo mandato, ya que la Fundación de Estudios para la Aplicación del Derecho señala que el fallo que le habilite para presentarse a una reelección inmediata «carece de legitimidad constitucional».
Sin embargo, todas las encuestas auguran una victoria segura, debido a su guerra contra las pandillas. Ello, a pesar de informes como el de Cristosal, que revela 153 muertes en las prisiones de El Salvador desde que entró en vigor el régimen de excepción aprobado en la Asamblea Legislativa el 27 de marzo de 2022 y que ha supuesto la detención de cerca de 70.000 personas acusadas de pertenecer o colaborar con las pandillas.
Precisamente, este lunes fue presentado el informe sobre el cuarto año de Gobierno de Bukele por el Instituto Universitario de Opinión Pública de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas, según el cual, ocho de cada diez encuestados (81,8 por ciento) consideran que el régimen de excepción ha ayudado a controlar la delincuencia en el país. Asimismo, aprueban con un 8,48 la gestión del Ejecutivo, por lo que el informe subraya que el mandatario «continúa gozando de un importante respaldo popular». Este apoyo le puede catapultar a un segundo mandato a partir de febrero de 2024, teniendo en cuenta que el 72,6 por ciento de los encuestados estima que está trabajando bien, está combatiendo a las pandillas y ha cumplido sus promesas, mientras que solamente el 7,5 por ciento opina que es un presidente autoritario.